Nuestra sala de estar tuvo el placer de recibir a Pablo Romero, coordinador de proyectos de Cooperación Internacional ONG, en nuestra tradicional tertulia de los jueves. Nos expuso el amplio abanico de voluntariados que ofrecen en la ciudad de Valencia y nos contagió de su mayor pasión: correr maratones.
Sí, por raro que parezca, la tertulia fue sobre estos dos temas aparentemente tan distintos, pero es que nuestro invitado está muy comprometido con ambos e incluso nos dio claros ejemplos de cómo pueden cooperar entre sí. Pablo trabaja como coordinador de proyectos en Cooperación Internacional, una ONG española que ha movido numerosas iniciativas, ya no sólo para ayudar a los más necesitados, sino también para ayudar a los propios voluntarios que, a través de esos proyectos, aprender a ver el mundo de otra manera y a promover así una juventud más solidaria (pues la mayoría de actividades están movidas por jóvenes universitarios). Del prestigio de esta ONG, ganadora del premio estatal al voluntariado social 2017, Pablo dio numerosas pruebas: nos explicó con fotos y vídeos proyectos que ya llevan tiempo funcionando como el Jo vaig a l’escola, que consiste en dar sesiones de refuerzo en distintos colegios de Valencia; el Breakfast for others, con el que dan de desayunar a niños que por su nivel socioeconómico no siempre pueden desayunar, etc.
Tras “lo importante”, Pablo quiso compartir también con nosotros su afición a las maratones, es un deporte que realiza desde pequeño y ya lleva 11 maratones a la espalda, centrándose en la figura de Eliud Kipchoge, que este pasado domingo batió el récord de maratón con una marca de 2:01:39. Sirviéndose de este ejemplo, explicó cómo el running puede enseñar numerosos valores como la disciplina con uno mismo, el compromiso, etc.
De hecho, nos anunció que todos los años su ONG organizaba una carrera solidaria en el río, la Running for others y nos animó a comprometernos con alguna de las iniciativas expuestas. Finalmente tras un reparto de camisetas con el nuevo lema de campaña (“Déjate marcar por le mundo”) nos hicimos una foto y así despidió nuestra sala de estar a tan agradable invitado.
