Anabel Medina Garrigues, tenista valenciana, dos veces campeona de Roland Garros en dobles, medalla de plata en los Juegos Olímpicos de Pekín 2008, número dieciséis del mundo en el ranking WTA de 2009, es una de las figuras más importantes del tenis femenino español. Esta Anabel es la misma que ha venido a la Alameda esta semana para protagonizar el coloquio de los jueves.

Tras el recibimiento y las presentaciones, nuestra invitada hizo una breve introducción  de lo que había sido su carrera profesional y de este deporte tan elegante, aunque también tan exigente, que es el tenis. Pero Anabel tenía claro desde el principio que no quería convertir la tertulia en un monólogo, así que buscó enseguida nuestra participación ofreciéndose a responder cualquier pregunta.

En un primer momento el coloquio se dirigió hacia temas de actualidad, como, por ejemplo, el nuevo formato de la copa Davis; las grandes figuras españolas, como Garbiñe Muguruza o Carla Suárez; el talento indiscutible y cualidades irrepetibles de un jugador como Nadal; o la dificultad que están teniendo los tenistas jóvenes para relevar a la generación «veterana» (Nadal, Federer, Đoković, etc.); o su opinión sobre el padel como displina potencialmente rival.

En muchas de estas cuestiones la invitada pedía nuestra opinión, adquiriendo así un tono más cercano e informal. De este modo, nuestra conversación dio un revés hacia temas más personales: le preguntamos sobre su infancia; sobre la dedicación que exige el tenis; sobre la relación con el entrenador; las diferencias entre el tenis femenino y el masculino; la fuerza psicológica para soportar el estrés al que son sometidos los jugadores; cómo saber administrar la retirada de los campos, etc. Anabel no sólo nos respondió, sino que nos animó a fijarnos en los valores del tenis, y de cualquier otro deporte, para aprender a luchar con constancia, día a día, por los grandes retos que nos proponemos en nuestra vida.

Finalmente, tras hacernos una foto, Anabel se despidió invitándonos al BBVA Open de Valencia que actualmente dirige. Así que, gracias, Anabel, por transmitirnos el mensaje de toda tu vida: ¡vale la pena!

Categorías: Noticias