El encuentro con Javier Aláez, Capitán de Artillería y cercano conocedor del conflicto sirio, ayudó a una comprensión mejor de la situación sobre el terreno más allá de las informaciones periódisticas. Como explicó bien no es sencillo porque se trata de un verdadero «galimatías» con muchos actores e intereses en juego que dificultan una acción más coordinada que logre resultados eficaces.
Explicó que la inexistencia de una resolución de la ONU impide una intervención con mandato que permitiría poner fin a un conflicto que lleva durando muchos años. Porque hasta que no se pone pie sobre el terreno no es posible lograr una paz estable. Las acciones sobre Siria que se vienen desarrollando son, por tanto, iniciativas individuales de países. En concreto la reducida intervención de España no tiene que ver con el conflicto sino con la defensa de la población civil de Turquía en el marco de sus responsabilidades en la OTAN.
Arrojó luz sobre la potencia que tiene el DAESH, algo más que un grupo terrorista puesto que tiene una verdadera fuerza militar y capacidad técnica importante además de una maquinaria de propaganda bien diseñada. Además cuenta con una política internacional hecha a base de terror y dedicada a causar daños civiles en aquellos países que han intervenido contra ellos de un modo u otro. Saben que esto tiene un coste político para los países que padecen esas acciones y juegan con ello: porque en toda guerra existe un componente de desgaste político muy importante.
La población civil se encuentra atrapada en un conflicto entre varios bandos y lo que desea siempre es su liberación. Y en muchas ocasiones no es fácil decidir quién puede ser tu verdadero libertador. Puedes recibir como tal a alguien que no conoces bien y te libra de una situación de opresión para mostrar más tarde que las cosas seguirán igual. La población civil está atrapada en una compleja situación. Explicó bien cómo los refugiados son ciudadanos corrientes que huyen precisamente de todo este complicado juego por el que se han visto sorprendidos.