En las semanas previas a la celebración de la navidad algunos voluntarios pasaron por diversos domicilios haciendo de pajes. Recogieron las cartas de niños ilusionados con disfrutar de unos regalos que escapaban a sus posibilidades. Y los voluntarios tuvieron que echar gustosamente una mano a los reyes porque no les alcanzaba el presupuesto para lo que pedían.
Muchas gracias por esa mano que habéis echado, por el tiempo dedicado y por la ilusión que habéis llevado.
Y a seguir trabajando para que esa alegría llegue a muchas más personas y se sumen muchos más universitarios a estas iniciativas.
