Ha sido una semana intensa preparando el apasionante evento que se acercaba. Cada día crecía la expectación y las ganas de que llegara la gran tertulia… ¡y por fin llegó! El mediático alcalde de València, Joan Ribó, visitó La Alameda. Durante la tertulia, Ribó se dejó guiar por las preguntas de los asistentes a los que escuchó con atención y respondió con su cercanía característica.
El alcalde comenzó hablando de su trayectoria personal y profesional, mostrando su cariño hacia la profesión docente puesto que junto con su experiencia como profesor universitario se cuenta el ser catedrático de instituto. Su trayectoria política comenzó en su etapa universitaria militando en movimientos de izquierdas y le ha llevado a ser ahora alcalde de la mano de Compromís cuando propiamente no lo esperaba.
Preguntaron al alcalde cómo convive con las críticas y ataques de la prensa. No dudó ni un segundo y afirmó que eso forma parte de su sueldo como político. Se habló de la multiculturalidad y mencionó cómo se ha acordado la cesión de espacios para musulmanes y judíos para poder realizar los enterramientos en el cementerio conforme a sus tradiciones. También se refirió al interés por los actos religiosos más allá de la polémica: dió a entender que no hay una aversión a los intereses de los católicos sino el deseo de atender a otras religiones a la vista de los cambios sociales que vivimos.
También le preguntaron por los planes de futuro: ¿qué grandes proyectos hay para esta gran ciudad? El Parque Central, “la muralla verde” que rodea la ciudad, el puerto, la peatonalización del centro histórico, la preservación del patrimonio histórico, entre otras iniciativas. Se mostró partidario de muchas pequeñas intervenciones antes que de proyectos estrella.
Como no podía ser de otra forma, tuvo también su espacio la polémica del carril-bici: Ribó defendió el bienestar de los ciudadanos en todo momento, y apostó por una sostenibilidad ecológica en la ciudad. Se vio su gran preocupación por el cuidado del medio ambiente. Otros cuestiones permitieron abordar su visión del independentismo, la presencia de la religión en la vida pública, la atención de las necesidades de las familias o los problemas de la educación.
La tertulia, que se envolvió en un clima de gran cordialidad desde el primer momento, concluyó con la foto de familia y con la entrega al alcalde de un ejemplar de la selección de microrrelatos del concurso que se organizó el pasado invierno sobre el drama de los refugiados.
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